Es tal la belleza del Catatumbo que pese a las dificultades y al abandono estatal, sus habitantes logran disfrutar de un regalo maravilloso , la naturaleza. Los verdes campos y las impresionantes figuras que dibujan sus montañas son testigos de la conexión de el ser humano y la naturaleza . El catatumbero es trabajador, es un ser alegre y espiritual que siempre encuentra esperanza pese a los problemas.
Vislumbrar la luz en la penumbra siempre será un acto de Resiliencia y humildad. Eso abunda en el Catatumbo.